Por generaciones, la cocina mexicana ha sido más que alimento: es identidad, historia y comunión. Desde los moles ceremoniales hasta los tacos callejeros, cada bocado guarda siglos de sabor.

Criterios de Evaluación
Nos basamos en los siguientes criterios para elaborar este ranking:

✅ Turismo culinario: Popularidad, festivales, rutas, visitantes.
✅ Patrimonio culinario: Reconocimiento internacional y tradición.
✅ Historia: Herencia indígena, mestizaje y relevancia simbólica. 
✅ Producción: Agricultura de ingredientes clave.
✅ Diversidad: Variedad de platillos y consumo nacional.

Ranking: Estados de México Donde Mejor se Come
🥇 1. Michoacán 🌟 4.97 / 5 
La raíz viva del alma purépecha. Michoacán no sólo encabeza el ranking: define la esencia de lo que significa comer en México.

En cada mercado, el sonido de un metate moliendo nixtamal o el hervor del uchepo en hoja fresca son parte del paisaje cotidiano. Aquí nacieron las carnitas, las corundas, la sopa tarasca y la Charanda.

Más allá del plato, Michoacán es un territorio de abundancia: produce más de dos millones de toneladas de aguacate al año y lidera en frutos rojos y maíz criollo. Este estado es literalmente el corazón de la cocina mexicana tradicional.

🥈 2. Oaxaca 🌟 4.96 / 5 
Hablar de Oaxaca es hablar de rituales, de herencia y de técnica. Los siete moles oaxaqueños son su máxima expresión: negro, rojo, amarillo, verde, coloradito, manchamanteles y chichilo; cada uno es un poema dedicado a sus ingredientes, la tierra y el tiempo.

Aquí los sabores se entrelazan entre comunidades zapotecas, mixtecas y mazatecas que aún conservan métodos ancestrales. 

Además el queso Oaxaca, conocido localmente como 'quesillo' es el único del continente en el top de mejores quesos del mundo, estandarte americano entre fermentos españoles, italianos y portugueses. 

Oaxaca presume denominación de origen del mezcal y del café Pluma; y una de las despensas más ricas del país: chile, cacao, calabaza, maíz, hoja santa. Prueba las tlayudas, el tejate y todos los platillos endémicos.  

🥉 3. Jalisco 🌟 4.89 / 5 
Tierra de birria, tequila y orgullo. Jalisco es el México del imaginario popular: mariachi, tequila y fiesta. Pero también es sabor, identidad y carácter.

Aquí nacieron la birria, el pozole tapatío, las tortas ahogadas y la carne en su jugo. Tres denominaciones de origen lo avalan: Tequila, Raicilla y Chile Yahualica, bebidas y sabores que viajan del campo al mundo.

Jalisco es un gigante gastronómico por mérito propio: su cocina rural, urbana y festiva no entiende de modas, solo de raíces. 

4. Puebla 🌟 4.87 / 5 
La cocina poblana es mestiza, conventual y exquisita. El mole poblano, los chiles en nogada, las cemitas y las chalupas son platillos representativos de la identidad nacional.

Aquí la historia se sirve en cazuela de barro y se adorna con granada. Puebla, además, presume su Talavera con denominación de origen y una herencia que transformó la gastronomía novohispana en arte.

5. Veracruz 🌟 4.85 / 5 
Si México fuera una orquesta, Veracruz sería su sección rítmica: alegre, sabrosa y llena de vida. En sus costas y montañas se mezclan sabores indígenas, españoles y afrocaribeños.

El pescado a la veracruzana, el arroz a la tumbada, las picadas y el chilpachole de jaiba son solo la punta del iceberg culinario.

El estado ostenta denominaciones de origen del café Veracruz y la vainilla de Papantla, pilares aromáticos de la repostería mexicana. En Veracruz, comer es vivir al ritmo del mar.

6. Hidalgo 🌟 4.79 / 5 
El hogar de la barbacoa y el sabor del horno de tierra. Hidalgo es la cuna de la barbacoa de chivo, ese manjar que reúne familias enteras cada domingo alrededor del hoyo humeante.

Aquí también nacieron los pastes, herencia minera transformada y reimaginada. El estado es un laboratorio de sabores rurales: ximbos, guajolotas, escamoles y chinicuiles exaltan el ingenio popular.

Pocas cocinas reflejan tan bien el alma mexicana como la hidalguense: festiva y profundamente sabrosa.

7. Yucatán 🌟 4.78 / 5 
Herencia maya en cada bocado. La cocina yucateca es un viaje en el tiempo. El humo del pib (horno bajo tierra) anuncia la llegada de una cochinita pibil o un relleno negro.

El Chile Habanero de Yucatán posee denominación de origen, y el uso del achiote, la naranja agria y las hierbas mayas convierte cada platillo en una experiencia aromática.

Yucatán es sabor ancestral con técnica viva; una cocina que honra a los dioses sin perder su alegría tropical.

8. Guerrero 🌟 4.69 / 5 
El sabor festivo de la montaña y el mar. Guerrero es dualidad: sierra y costa, tradición y mariscos. El pozole verde estilo Guerrero es institución; el pescado a la talla, una bandera nacional.

Su cocina es alegre, colorida y profundamente arraigada: el pozole de los jueves en Acapulco no es una costumbre, es casi una religión.

Entre playas, chilate y tamales de iguana, Guerrero mantiene viva la fiesta del sabor popular.

9. Ciudad de México 🌟 4.68 / 5 
Todo México se sienta a la mesa en la capital del país pues no tiene una sola cocina… tiene todas.

Desde las pirámides mexicas, donde se cocinaba con ingredientes importados de todo el país, hasta las taquerías nocturnas del siglo XXI, la CDMX es el epicentro gastronómico del país.

Aquí diario se reinventan los tacos al pastor, la contribución culinaria más grande de la capital a la patria. También degusta y deleita tu paladar con tlacoyos, quesadillas sin queso, pambazos, tamales y antojitos en cada esquina.

No hay denominaciones de origen, pero hay algo más importante: diversidad, mezcla y reinvención. 

10. Baja California 🌟 4.67 / 5 
Innovación contemporánea. El extremo noroeste del país rompe moldes con una cocina que mira al Pacífico.

Los tacos de pescado, la langosta estilo Puerto Nuevo, y la fusión conocida como cocina Baja Mediterranea ha puesto al estado en el radar internacional.

En el Valle de Guadalupe, los vinos mexicanos alcanzan estándares mundiales, y en Ensenada la creatividad culinaria no conoce fronteras.
Baja California es la nueva frontera del sabor mexicano: joven, atrevida y en constante evolución.
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